-UMBRALES SENSORIALES-
Los
umbrales sensoriales son constantes
de variación de las sensaciones. Se pueden distinguir dentro de los umbrales
sensoriales el umbral inicial o umbral mínimo, el umbral
máximo y el umbral diferencial.
-UMBBRAL DIFERENCIAL-
El umbral diferencial es la diferencia
mínima de estimulación que debe darse para que un sentido perciba un cambio. Se
formula mediante la Ley de Weber.
-UMBRAL MÁXIMO-
El umbral máximo es la intensidad máxima
de estímulo que puede ser percibida.
-UMBRAL MÍNIMO
El umbral mínimo es la intensidad mínima
de un estímulo que se necesita para que dicho estímulo sea percibido.
-UNIVERSAL-
Un
universal es aquel tipo de ideas que tienen como referente a una clase de
cosas, o aquello que se encuentra en una clase de cosas (por ejemplo, en una
especie o género). Así «hombre» es un universal porque se predica de todos los
individuos pertenecientes a una determinada especie.
***
Platón concibe las «ideas» o
«formas» que constituyen el mundo inteligible como universales, pues cada una
constituye una especie o género de cosas.
Aristóteles concibe a las «formas
sustanciales» como universales porque la forma sustancial es lo que hay de común
en todos los individuos que pertenecen a una especie o género.
-UNIVERSALES ANTE REM-
Los
filósofos y teólogos medievales denominaban univerales ante rem (=
universales antes de la cosa) a aquel tipo de universales que existirían al
margen de las cosas, antes de las cosas, tales como las ideas platónicas o las
ideas ejemplares de Agustín de Hipona.
-UNIVERSALES IN RE-
Los
filósofos y teólogos medievales denominaban universales in re, esto
es, universales en la cosa, a aquellos universales que existirían inmersos en
las cosas del mundo físico, esto es, a las formas sustanciales de Aristóteles y Tomás de Aquino.
-UNIVERSALISMO MORAL-
El universalismo moral es la
doctrina que sostiene que hay valores morales universales, esto es, válidos para todas las personas y todas las
épocas. El universalismo moral se contrapone al relativismo moral.
-UNIVERSIDAD-
Lo que hoy
entendemos por universidad fue una
creación medieval, que surge en las escuelas monacales y episcopales. Las
universidades aparecieron como agrupaciones de maestros y estudiantes que
estaban obligados a cumplir cierta reglamentación, con capacidad para expender
ciertas titulaciones (bachiller, licenciado, maestro, doctor) que eran
reconocidas por cualesquiera otras universidades. A partir de entonces el saber
queda, por decirlo así, institucionalizado.
Dado que muchas
comienzan como escuelas, la fecha de fundación de las primeras universidades
varía según el criterio que empleemos para determinarla. ¿Tomaremos como
referencia el momento en que un centro de estudios recibe la denominación de
universidad o, dado que hay una continuación institucional, el momento de
fundación de dicho centro recibiese el nombre que recibiese?
Con las
precauciones señaladas, se suele considerar que las primeras universidades
fueron las de Bolonia (1088, aunque recibe el título de universidad en 1317),
Oxford (1096), París (1150, aunque recibe el título de universidad en 1256),
Módena (1175), Vizenza (1204), Palencia (1208), Cambridge (1208), Salamanca
(cuya fecha de constitución como universidad se suele fijar en 1218, aunque
tiene como antecedentes las «Escuelas de la Catedral», cuya existencia se conoce
desde 1130, y recibe el título de universidad por un edicto de Alfonso X en
1253, lo que la convierte en la primera es ostentar oficialmente este título),
Padua (1222), Nápoles (1224), Toulouse (1229), Valladolid (fundada en torno a
1240, quizá como consecuencia del traslado de la de Palencia), Murcia (1240),
Coimbra (1290), Lérida (1300), etc.
Las escuelas de
saber antiguas, como las escuelas pitagóricas, la Academia platónica, el Liceo
de Aristóteles, la Biblioteca de Alejandría, la Biblioteca de Pérgamo, las
yeshivá judías, las madrasas árabes, etc., suelen ser consideradas antecedentes
de las universidades, pero su metodología, sus funciones y su contenido, fueron
muy distintos.
-USO CONSTITUTIVO DE LAS IDEAS-
La
expresión «uso constitutivo de las ideas»
es empleada por Kant para referirse al uso que hacemos de las ideas de la razón
(alma, mundo y Dios) cuando se toman como si constituyeran objetos de la
experiencia. Este sería, según Kant, un uso incorrecto de la Ideas de la razón,
y como consecuencia de este uso, aparecerían antinomias, paralogismos y
pretensiones desmedidas de la razón. Se contrapone al uso regulativo de las
ideas.
-USO REGULATIVO DE LAS IDEAS-
La
expresión «uso regulativo de las ideas»
es empleada por Kant para referirse al uso que hacemos de las ideas de la razón
(alma, mundo y Dios) cuando las empleamos para organizar la experiencia, sin
pretender que tales ideas tengan un correlato objetivo en la experiencia.
Así,
la Idea de Mundo sirve a la física en su pretensión de organizar un determinado
campo de la experiencia, buscando leyes cada vez más abarcantes que
permitirían, en el límite, explicar el orden de ese mundo. Funcionan, por
decirlo así, como una orientación para el conocimiento.
-USOS DE LA RAZÓN-
Algunos filósofos diferencian entre varios usos de la razón. Así Kant dice que la razón tiene un uso teórico y
un uso práctico. El uso teórico es el uso que hacemos de la razón cuando la
empleamos para conocer como es, como funciona, el mundo. El uso práctico
consiste en usar la razón para dirigir nuestra vida, para establecer qué se
debe, y qué no se debe, hacer.
-UTILITARISMO-
El utilitarismo es una corriente de
pensamiento ético y político iniciada por Jeremías Bentham -y que tiene como representante más destacado a John
Stuart Mill- que parte de que el criterio para decidir acerca de lo
bueno y de lo justo es el «principio de utilidad», también llamado «principio
de la máxima felicidad». Este principio dice que el mejor proyecto ético o
político es aquel que proporciona una mayor cantidad de placer o felicidad a un
mayor número de personas (o de seres sentientes en general, según algunas
versiones).
El
utilitarismo también es conocido como hedonismo social, ya que los
utilitaristas identifican el bien y la felicidad con el placer (como los
hedonistas), pero entienden que el principio que ha de guiar la conducta es el
aumento general de placer o felicidad
-UTOPÍA-
El
término «utopía» procede del griego utopos (= no lugar), y fue
empleado por vez primera por Tomás Moro para denominar a una isla imaginaria
donde se encontraría una sociedad supuestamente perfecta. A partir de entonces
suele emplearse ese nombre para designar cualquier sociedad ideal imaginada. Por
ello, utopías serían la sociedad descrita por Platón en República y en Leyes, la Ciudad del Sol de T. Campanella, la Nueva Atlántida, de Bacon, la Icaria de E. Cabet, el Walden II, de Skinner, etc.
También
se emplea el término utopía para designar a ciertos cuentos o leyendas
populares en las que se describen mundos fantásticos, como el país de Jauja.
Por contraste, se emplea también el término utopía para descalificar una
propuesta, fundamentalmente de tipo político, que se considera irrealizable, o
planteada en términos fantasiosos.
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