domingo, 9 de diciembre de 2018

C

-CAÍDA-

En la antropología platónica y cristiana aparece el concepto de caída para significar la pérdida del lugar esencial que le correspondería al ser humano.

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Platón sostiene que el alma cae al mundo sen­sible arrastrada por la parte apetitiva.

En el cristia­nis­mo la caída es una consecuencia de que el hombre haya pecado, anteponiendo lo sensible a Dios. El hom­bre solo podrá superar esta situación a través de la me­dia­ción de Jesús, convertido en «salvador», que rescata al hombre de esta situación.

En Plotino el hombre se encuentra caído como consecuencia de su alejamiento de la verdadera realidad, del conocimiento de lo Uno. A través de un proceso de ascesis por el que deja de lado lo sensible y continúa eliminando todas las diferencias alcanza finalmente a lo Uno, haciéndose uno con lo Uno.

-CAJA DE SKINNER-

La llamada Caja de Skinner es un artilugio em­pleado por el psicólogo conductista Burrhus Frederic Skinner para sus experi­mentos con animales. Consiste en un recipiente en el que se encuentra una palanca conectada a un mecanismo, de modo que cuando se la acciona accidentalmente deja caer en la caja un premio (una galleta, granos de maíz, etc.).

-CÁMARA DE ECO-

La expresión cámara de eco fue empleada originalmente en el ámbito de la acústica, para referirse a un espacio cerrado donde se produce una reverberación del sonido, de modo que el que lo profiere solo se oye a sí mismo.

Pero esta expresión se ha convertido en una metáfora habitual para denominar a un fenómeno comunicativo muy frecuente en nuestra sociedad. Se trata de un modo de trasmitir la información, a través de los medios de comunicación o redes sociales, de modo que esta se selecciona en función de la ideología o creencias de los que participan en el proceso comunicativo. De ese modo la comunidad de trasmisores y receptores de información se convierte en una especie de cámara de resonancia, de sistema cerrado, dentro del cual reverbera el mismo tipo de información o con la misma orientación ideológica. La información adquiere así un carácter sesgado, sectario, la comunidad participante solo se oye a sí misma.

-CAMELLO, LEÓN, NIÑO-

El camello, el león y el niño son símbolos empleados por Nietzsche, en Así habló Zaratustra, para explicar las trasformaciones que ha de sufrir el espíritu humano.

El camello, que es el animal de carga por excelencia, simboliza al hombre moral, al hombre que carga con el deber (entendido como una carga ajena, una carga que le es impuesta, pero que asume). Simboliza, al mismo tiempo, al hombre que se autoniega, que castiga continuamente su voluntad para que solo se haga el deber. Por ello, podría entenderse, también, como un símbolo del nihilismo en su aspecto negativo (esto es, que niega sentido a su existencia real, inmediata, en la medida en que pone su vida en función de otra cosa).

El león simboliza al hombre que puede decir no, que niega el deber impuesto para ganar su propia libertad. Podría simbolizar también el nihilismo en su aspecto positivo, el nihilismo que dice no a los valores instaurados, con lo cual prepara el terreno para la creación de nuevos valores.

El niño simboliza dos cosas: la inocencia, y un nuevo comienzo. Simboliza la inocencia que es adquirida por el hombre posterior a la muerte de Dios, el hombre que contempla el mundo desde la perspectiva del eterno retorno. Es decir, el hombre que acepta el instante, el devenir, como el valor supremo, pues no hay ninguna instancia desde el que este pueda ser juzgado. No hay culpa porque ya no hay frente a qué ser culpable. No hay un criterio (Dios, el mundo inteligible) frente a lo cual se juzgue lo sensible. Pero una vez negados los valores del hombre moral, y ganada la libertad, simbolizadas ambas cosas por el león, se impone, ahora, la creación de nuevos valores, de valores afirmativos (el niño es «un santo decir sí»), guiados por la voluntad de poder, cuya máxima expresión consiste en asumir el eterno retorno. Por ello el niño es un nuevo comienzo.

-CAMINO DE LA OPINIÓN-

Véase «vía de la opinión».

-CAMINO DE LA VERDAD-

Véase «vía de la verdad».

-CAMPO-

En el terreno de la física el concepto de campo fue desarrollado por la mecá­nica clá­sica, pero alcanza su pleno sentido dentro de la física relativista y la mecánica cuántica.

Podemos decir que un campo es una zona del espacio que adquiere ciertas propieda­des por el hecho de que en ella existan cuerpos con masa o carga eléctrica o magnética. Así, por ejemplo, si situamos un cuerpo en un punto determinado de un campo gravitatorio estará someti­do a una determina­da fuerza, ejercida en la dirección que va al centro del cuerpo en cuestión. En un campo magnéti­co creado por una corriente eléctrica las líneas de fuerza del campo son concéntricas a la línea que sigue la corrien­te eléctrica.

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Para aclarar, de un modo intuitivo, lo que es un campo y cómo opera, imagi­nemos que estamos ante una piscina, en el centro de la cual flota un corcho. Ahora imaginemos que golpeamos el agua de la orilla de dicha piscina, por ejemplo, dejando caer un cuerpo en dicha orilla. Esto formará ondas en la su­perficie del agua que provocarán un movimiento de vaivén en el cor­cho cuando lo alcancen. De este modo vemos como, sin que haya contacto di­recto ni acción a distancia, un cuerpo (el que dejamos caer en la orilla) interac­cio­na con otro (el corcho situado en el centro), en virtud de la propiedad que tiene el agua (que aquí puede ser entendida como una es­pe­cie de campo) de trasmitir energía en forma de perturbacio­nes en su su­per­ficie.

-CAOS-

El término caos ha sido introducido en la física y las matemáticas contemporáneas para referirse a aquellos sistemas (sistemas caóticos) cuyo desarrollo futuro es impredecible. Eso sucede con los denominados «sistemas sensibles a las condiciones iniciales». Son sistemas tales como el clima, la expansión del fuego en un incendio, etc., en los cuales, pequeñas variaciones en un estado inicial producen variaciones a largo plazo de tal magnitud que la evolución del sistema se vuelve impredecible. (Esto es lo que se acabará conociendo popularmente como efecto mariposa).

-CARÁCTER-

En psicología se denomina carácter al conjunto de hábitos de compor­tamien­to que se han ido adquiriendo durante la vida. Se suele diferenciar del temperamento porque en el carácter prima el aprendizaje, mientras que el temperamento sería fruto de predisposiciones heredadas, pero los límites entre uno y otro son borrosos.

-CARIDAD-

La caridad es uno de los diversos sentidos bajo los que puede darse al amor.

En el pensamiento cristiano la caridad ocupa un lugar destacado, ya desde Pablo de Tarso, para quien la caridad es una de las tres virtudes teologales (junto con la fe y la esperanza).

Agustín de Hipona entiende la caridad como aquel tipo de amor que lleva a amar a lo que merece ser amado, esto es, a Dios, ante todo, y a los hombres en función de Dios. La caridad se opone, así, a la concupiscencia, origen del pecado, que consiste en anteponer lo sensible a Dios.

-CARNE (SARX)-

El término «sarx» (= carne) aparece en los epicúreos para designar al cuerpo inerte, con el objeto de distinguirlo del alma, que también es corporal.

-CASTA-

Una casta es un grupo de individuos que disfrutan de ciertos privilegios o prohibiciones en función de su origen o nacimiento.

-CATEGORÍA-

El término categoría es empleado por Aristóteles para referirse a los diversos modos de darse el ser y a los diversos significados del ser. (Tiene, por ello, un significado ontológico y lógico).

Por ejemplo, algo, una cosa, se nos aparece como «siendo» una manzana, y como «siendo» roja (el ser de esa cosa se nos muestra determinado como manzana o como rojez). Y, por la misma razón, acerca de una cosa podemos decir que «"es" una manzana» y que «"es" roja». Con el primer "es" hacemos referencia a la sustancia, ese "es" responde a la pregunta ¿qué sustancia "es"? Con el segundo "es" nos referimos a una cualidad, ese "es" responde a la pregunta ¿de qué color (cualidad) "es"?

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Kant emplea el término categorías y las expresiones conceptos a priori, o conceptos puros del entendimiento, como sinónimos, para referirse a las diversas funciones que realiza el entendi­miento.

Exis­ten doce con­ceptos puros del entendimiento (unidad, pluralidad, totalidad, realidad, negación, limitación, sustancia, causa-efecto, comuni­dad, posibilidad, existencia, necesi­dad), cada uno de los cuales es un modo de enlazar el sujeto con el predicado en un juicio. Dado que los con­ceptos puros del entendimiento son «funciones» del entendimiento, son a priori (esto es, no provie­nen de la experiencia, sino que responden a diversos modos de organiza­ción que el sujeto impone a la experiencia).

-CAUSA-

Causa es aquello que produce un efecto, es aquello sin lo cual otro suceso no llegaría a darse. La causa es el fundamento u origen de lo que sucede, del efecto.

En las acciones de los seres vivos, por causa podemos entender también el motivo que les ha impulsado a hacer algo.

Es frecuente que, para explicar un fenómeno, se apele a mostrar cuál es su causa.

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Aristóteles sostiene que todo cambio tiene una causa, y que hay cuatro tipos de causas que pueden operar desde dentro de la sustancia que cambia o desde fuera. Desde dentro de la cosa que cambia opera la «causa material» y la «causa formal». Desde fuera la «causa eficiente» y la «causa final».

Agustín de Hipona introduce el concepto de «causa ejemplar».

Tomás de Aquino diferencia entre «causa primera» y «causas segundas».

David Hume sostiene que, para que haya relación causal, tienen que darse tres cosas: (1) Que lo que consideramos causa sea anterior a lo que consideramos efecto. (2) Que haya una relación constante entre lo que consideramos causa y lo que consideramos efecto; es decir, que cada vez que observamos la causa observamos que a continuación se produce el efecto. (3) Que haya una contigüidad (proximidad, en el espacio y en el tiempo) entre causa y efecto.

-CAUSA EFICIENTE-

Según la terminología aristotéli­ca la causa eficiente es el agente o motor del movi­miento. Si se trata de un ente na­tural, el agente del movimiento es la forma. Es de­cir, lo que lleva a un caballo a ser caballo es otro caballo, pero no en tanto ese otro caballo es Bucéfalo, sino solo en tan­to es caballo. Si se trata de un ente producido por el arte el agente es el artista.

-CAUSA EJEMPLAR-

El concepto de causa ejemplar ha sido introducido por Agustín de Hipona en la filosofía. Según Agustín el mundo de las ideas platónico constituye la mente de Dios. Cuando Dios crea el mundo toma como modelos tales ideas, que constituyen así un modelo, un ejemplo, para la constitución del mundo. Son, por ello, causa ejemplar de las cosas.

-CAUSA FINAL-

Según la terminología aristotélica la causa final es el fin hacia el que se cambia. (1) Si se trata de un ente natural el fin es determinado por la forma. Por ejemplo, el fin en la bellota es ser encina; la forma encina es, por lo tanto, la causa del movi­miento de la bellota. (2) Si se trata de un ente producto del arte el fin es también la forma. Es decir, es aquello para lo que dicho ente ha sido he­cho, y dicho fin tiene que estar dado de antemano en la in­tención del artista.

-CAUSA FORMAL-

En la terminología aristotélica la causa formal es la forma que tiene que dejarse cambiar y ser sustituida por otra forma.

-CAUSA MATERIAL-

En la terminología aristotélica la causa material es la materia que constituye a la sustancia que recibe la nueva forma (aun cuando se trate de una causa pasiva, pues se limita a recibir una forma).

-CAUSAS PRIMERAS-

La expresión causas primeras es empleada por Tomás de Aquino para designar a aquel tipo de causas que le dan el ser, la existencia, a la cosa causada.

-CAUSAS SEGUNDAS-

La expresión causas segundas es empleada por Tomás de Aquino emplea para designar a aquellas que provocan un cambio en la cosa causada pero que no le dan su existencia.

-CAUSA SUI-

Causa sui es una expresión latina que significa «causa de sí mismo».

Spinoza la emplea para referirse a una propiedad consustancial a Dios (la sustancia infinita), el cual es causa de sí mismo.

-CÉ­LULA-

En el campo de la biología se denomina célula a la unidad anatómica básica o elemental. Ello implica que todos los seres vivos están formados por células. Se pueden diferenciar dos grandes tipos de células con estructuras organizativas bien diferen­ciadas: las procariotas (sin un auténtico núcleo), las eucariotas (con núcleo bien formado).

-CERTEZA-

La certeza es uno de los modos fundamentales de concebir la verdad que consiste en la imposibilidad de dudar.

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Por regla general los pensadores racionalistas consideran que se da la certeza cuando el entendimiento opera solo, prescindiendo de los sentidos y ateniéndose a sus propias reglas.

Según Descartes para alcanzar alguna certeza debemos prescindir de los datos obtenidos por los sentidos, que son siempre confusos, y atenernos a las ideas elaboradas por el entendimiento solo (ideas innatas o conceptos). Tales ideas se nos mostrarán como ciertas siempre que aparezcan «claras» y «distintas» ante nuestra mente.

Por el contrario, los empiristas consideran que se da la certeza cuando nos atenemos a los datos puros que nos trasmiten los sentidos.

-CHOQUE DE CIVILIZACIONES-

La expresión «choque de civilizaciones» es empleada por el politólogo estadounidense Samuel Huntington para describir lo que consideraba conflictos inevitables entre las diversas civilizaciones por el predominio planetario.

Huntington encuentra en el mundo actual las siguientes civilizaciones: occidental (o cristiano-occidental), islámica, ortodoxa (o cristiano-oriental), latinoamericana (que a veces incluye en la occidental), subsahariana (o del África negra), sínica (o China), hindú, budista y nipona. 

-CIENCIA-

Podemos definir la ciencia como un conjunto de procedimientos racionales cuyos objetivos son: (1) Explicar y/o comprender la realidad. (2) Resolver problemas. (3) Predecir hechos futuros. (4) Manipular la realidad.

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Aristóteles emplea el término ciencia (episteme) para designar dos cosas: (1) Un modo de conocimiento que trata de lo universal y necesario y que consiste en mostrar como unos principios se derivan necesariamente de otros dados. Su modo de operar es descrito por la analítica o lógica. (2) Una virtud intelectual (o dianoética), consistente en el hábito de practicar la ciencia en el primer sentido.

Agustín de Hipona diferencia entre ciencia y sabiduría. La ciencia (scientia) sería la capacidad de juzgar las cosas según reglas eternas. La sabiduría consistiría en conocer como esas reglas eternas proceden de la verdad primera, de Dios.

Stuart Mill define la ciencia como el saber que trata de los hechos de la experiencia y de las leyes inferidas inductivamente a partir de tales hechos.

Para la filosofía neopositivista la ciencia es un tipo de saber que trata de hechos y de las leyes que rigen esos hechos. Tanto los hechos como las leyes que los rigen tienen que poder expresarse mediante proposiciones que han de ser verificables.

Karl Popper sostiene que la ciencia se caracteriza porque es un tipo de saber que trata de resolver problemas, para lo cual propone teorías, que han de ser falsables para tener la condición de científicas.

Gustavo Bueno sostiene que, propiamente hablando, no existe la ciencia, sino las ciencias. La ciencia, cada ciencia, es una construcción, llevada a cabo por un sujeto operatorio (es decir, un sujeto capaz de manipular cuerpos sobre los que realiza ciertas operaciones tales como separar o unir). La ciencia -cada ciencia- aparece cuando el conjunto de operaciones que puede realizar el sujeto operatorio se cierra. Eso quiere decir que esas operaciones resultan independientes de otro tipo de operaciones (que pueden dar lugar, o no, a otra ciencia distinta), y no se ven alterados en sus conclusiones por estas. A este proceso le denomina cierre categorial, y constituye el rasgo definitorio de la ciencia en general.

-CIENCIAS DEL ESPÍRITU-

Ciencias del espíritu es una expresión empleada por Dilthey para designar a aquel tipo de ciencias que se ocupan de los productos de la libertad humana: la historia, la sociología, la antropología, etc. Se contrapone a ciencias de la naturaleza.

-CIENCIAS DE LA NATURALEZA-

Ciencias de la naturaleza es una expresión empleada por Dilthey para designar a aquel tipo de ciencias que se ocupan del mundo natural: la física, la química, la biología, la geología, etc. Se contrapone a ciencias del espíritu.

-CIENCIAS EM­PÍ­RI­CAS-

Ciencias empíricas son aquellas que tienen un contenido externo a la propia estruc­tura del pensa­miento; esto es, que dependen de la experiencia. Pueden ser ciencias de la natura­leza, tales como la física, la biología, la geolo­gía, la química, etc., y ciencias históri­co-socia­les, tales como la sociología, la historia, la estética, etc.

-CIEN­CIAS FORMALES-

Ciencias formales son aquellas que no tratan del con­tenido del pensamiento sino de su es­truc­tura, de su forma. Las ciencias formales son las ma­te­máticas y la lógica.

-CIENCIAS IDIOGRÁFICAS-

Ciencias idiográficas son aquellas que tienen como contenidos a los casos singulares, por ejemplo, la historia en tanto trata de la sucesión de los papas o reyes, o en tanto trata de desarrollo de ciertas civilizaciones. Se contraponen a las ciencias nomotéticas.

Las expresiones «ciencias idiográficas» y «ciencias nomotéticas» fueron introducidas por el filósofo alemán Wilhelm Windelband en un intento de establecer una clasificación de las ciencias alternativa a la clásica en ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu que le parecía impregnada de resonancias metafísicas.

-CIENCIAS NOMOTÉTICAS-

Ciencias nomotéticas son aquellas que tienen como contenidos a los fenómenos regulados por leyes generales. Se corresponden con lo que a veces se denominan ciencias de la naturaleza. Se contraponen a las ciencias idiográficas.

-CIENCIA NORMAL-

La expresión ciencia normal fue empleada por Thomas Kuhn para designar a la ciencia que se desa­rrolla a partir del estableci­miento de un paradig­ma. La ciencia normal surge a partir de un estado de «preciencia».

-CIERRE CATEGORIAL-

El concepto de cierre categorial fue introducido por Gustavo Bueno para designar el rasgo esencial definitorio del conocimiento científico, y consiste en que dentro de cada categoría de fenómenos (lo que constituye una ciencia determinada) las relaciones y operaciones llevadas a cabo con los términos de esa categoría pueden generar nuevos términos, pero siempre dentro (encerrados) en esa categoría.

Así -según un ejemplo del propio Bueno-, provisto de una regla, un compás y un lápiz de grafito puedo intentar demostrar el teorema de Pitágoras, dibujando figuras y líneas auxiliares. Pero no añadirá nada a mis conocimientos geométricos el análisis químico del grafito con que mi lápiz mancha la hoja: las relaciones y términos geométricos forman parte de una categoría distinta de los químicos.

-CÍRCULO HERMENÉUTICO-

La noción de círculo hermenéutico se emplea para designar el carácter circular de toda comprensión: solo podemos comprender algo si ese algo ya es comprendido de algún modo. Esto quiere decir que, para que algo se nos dé, para que constituya un dato, tiene que aparecer en un horizonte de significados. (Dicho de otro modo, tiene que encajar en un determinado proyecto dentro del cual adquiere significado). Por ello, para que algo sea un dato tiene que haber entrado ya en una comprensión previa, en una precomprensión. A partir de ahí podemos interpretar ese dato para comprender su sentido.

A modo de ejemplo: si queremos comprender el fenómeno de la explotación de los obreros en las minas británicas del siglo XIX, previamente tenemos que estar instalados en un proyecto (en un horizonte vital) en el que encaje el concepto de explotación, en el que la noción de explotación tenga un significado. Para, por ejemplo, un griego del siglo VI a. C. tal dato no exis­tiría. No porque no hubiese hombres que, desde nuestra ma­nera de estar en el mundo, fue­sen explotados, sino porque en la Grecia de esa época no hay noción alguna de ex­plo­tación. Eso que no­sotros entendemos como explotación (con la carga negativa que connota el concepto) está dentro del orden natural de las cosas. Solo si ya de antemano el concepto de ex­plotación significa algo y, por lo tanto, ya es comprendido de alguna manera, podemos interpretarlo para comprenderlo.

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La noción de círculo hermenéutico es empleada por primera vez por Schleiermacher y tiene un papel determinante en el sistema filosófico de Heidegger y Gadamer. (Aunque la noción de hermenéutica viene de antiguo).

-CIRCUNSTANCIA-

El término circunstancia fue empleado por el filósofo español José Ortega y Gasset para designar al mundo que envuelve el ser humano, a aquello con lo que el ser humano se encuentra ya dado, y con lo que tiene que contar para desarrollar cualquier proyecto de vida humana. («Yo soy yo y mi circunstancia»).

-CIUDAD DE DIOS-

La expresión «ciudad de Dios» es empleada por Agustín de Hipona para referirse al conjunto de los hombres regidos por la caridad, que aman a Dios por encima de todo. Contrapone esta expresión a ciudad terrenal.

-CIUDAD TERRENAL-

La expresión «ciudad terrenal» es empleado por Agustín de Hipona para referirse al conjunto de hombres que colocan sus deseos sensibles por encima del amor a Dios. Agustín contrapone la ciudad terrenal a la ciudad de Dios.

-CIUDADANO-CIUDADANÍA-

Ciudadano y ciudadanía son conceptos fundamentales de la filosofía política. Se llama ciudadano al individuo que tiene derechos y deberes políticos reconocidos por la ley. De modo que ciudadano es el que está protegido por la ley y sometido a la ley, pero no a otros seres humanos. Ser ciudadano se contrapone a ser siervo, súbdito o esclavo (podríamos decir que también se contrapone a etnotipo o a plebe).

La ciudadanía es la condición de ciudadano.

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Es en el mundo griego antiguo donde se desarrolla por vez primera el concepto de ciudadano. Pero la ciudadanía, esto es, la condición de ciudadano estaba restringida. Así, en la Atenas democrática del siglo V a. C. y en su órbita de influencia, ciudadanos eran los varones, libres, naturales de la polis e hijos de naturales de la polis.

Según la terminología empleada por Rousseau, ciudadanos son los individuos asociados en tanto forman parte del Estado.

Ciudadano se contrapone, en según que contexto, a siervo, súbdito, consumidor, plebe o etnotipo.

-CIVILIZACIÓN-

La antropología actual usa el término civilización con, al menos, tres sentidos: (1) Como contrapuesto a barbarie o salvajismo. (2) Para designar a una cultura de alcance universal. (3) Como foco original de cultura.

Si la entendemos en el primer sentido, el término civilización designa aquel momento de desarrollo de la cultura que ha superado el primitivismo o la barbarie. En este sentido entendemos que un determinado ámbito cultural ha alcanzado el rango de civilizado si ha desarrollado procesos de alfabetización y sus miembros se regulan por leyes y acuerdos y no mediante la violencia.

Si la entendemos en el segundo sentido, con el término civilización nos referimos, siguiendo la definición de Samuel Huntington, al grupo cultural más amplio con el que los individuos pueden sentirse identificados. Así, un individuo puede definirse como sevillano, andaluz, español, europeo, católico y occidental. En este caso occidental es la identidad cultural más amplia en la que podría encuadrarse. La siguiente sería definirse como humano, pero esta ya no constituiría una agrupación cultural sino biológica.

Si la empleamos en el tercer sentido, el termino civilización designa a una cultura original, que es fuente de desarrollo cultural. Así suele hablarse de la civilización egipcia, mesopotámica, etc.

-CLASE SOCIAL-

Clase social es una categoría económico-política, profusamente empleada por el marxismo, que designa a aquellos grupos de individuos con intereses económicos similares y diferen­ciados de los de otras clases. Así, en la Edad Media europea podemos distinguir claramente dos clases: la de los pro­pietarios de la tierra (nobleza y alto clero), y la de los des­poseídos (sier­vos de la gleba y bajo clero).

-CLARIDAD-

En la filosofía escolástica la claridad es uno de los rasgos que puede acompañar, o no acompañar, a la esencia (verbum mentis o concepto) que ha pasado al entendimiento a través de un proceso de aprehensión.

-CLARIDAD Y DISTINCIÓN-

Claridad y distinción son conceptos popularizados por Descartes como rasgos que han de acompañar a las ideas ciertas. Que sean claras quiere decir que deben estar presentes y manifiestas ante nuestra mente. Con lo de distintas quiere decir que deben aparecer perfectamente diferenciadas de cualesquiera otras, deben ser perfectamente determinadas, delimitadas.

-COMPLEJO DE EDIPO-

«Complejo de Edipo» es una expresión empleada por Sigmund Freud para designar a un proceso que tendría lugar en torno a los cuatro años de edad, relacionado con la maduración sexual del niño.

Consiste en que en el niño (varón) surge un deseo, vago e inconsciente, de poseer se­xual­mente a su madre, quien apa­rece an­te el niño como ma­dre y mujer de modo indife­rencia­do. Tal deseo va acompañado, frecuente­mente, de odio hacia el padre, en quien ve a un rival. Este de­seo de la madre acabará gene­rando senti­mien­tos de culpa, motivados por­que, al mismo tiem­­po que el niño odia a su padre, se identifica con él y lo ad­mi­ra profundamente. Los sentimientos de culpa suelen ser interiorizados como miedo a la castración (sobre todo si se amenaza al niño cuando se le descubre tocándose). En circunstancias norma­les el complejo de Edipo es superado (debido a los sentimientos de culpa que le acarrea o a otros factores) y el niño continúa su proceso de madura­ción, identificándose con el padre.

-COMPLEJO DE ELECTRA-

«Complejo de Electra» es una expresión empleada por Freud para designar la versión femenina del complejo de Edipo. En el caso de las niñas el miedo a la cas­tra­ción es susti­tuido por una fase de en­vi­dia del pene. Esta se desarrolla cuando la niña descu­bre que algunas per­so­nas no son como ella, por lo que en su imagina­ción surge la idea de que tuvo un pene pero lo per­dió. La superación del complejo de Electra pasa por­que la niña acabe identificándose con la madre, y asuma su papel de mujer que­rien­do tener un bebé (que según Freud, sería un sustituto del pene).

-COMPLEJO DE INFERIORIDAD-

La expresión «complejo de inferioridad» fue empleada por Adler en psicolo­gía para explicar el impulso que mueve al individuo a superar una inferioridad física o psíquica. Los individuos normales tratan de compensar su inferio­ridad (frente a la naturaleza, a los animales o a los demás individuos) con una actividad equilibrada que les lleve a superar­se. En los individuos neuróti­cos puede darse una hipercompensa­ción (sobrecar­ga de actividad como intento de superar una inferioridad que se exagera patoló­gicamente) que lleva a com­por­tamientos dese­quilibrados, o con una descom­pensación (es decir, usa como pretexto su inferiori­dad para excusar sus fallos y no se esfuerza lo más mínimo por superarse).

-COMPRENDER-

El término comprender fue empleado por Dilthey para diferenciar el modo de operar de las ciencias del espíritu del de las ciencias de la naturaleza. El objetivo de las ciencias del espíritu es comprender los fenómenos que les son propios; el de las ciencias de la naturaleza es explicarlos. Comprender un fenómeno es descubrir su sentido, la finalidad con la que fue hecho. Pero solo pueden tener un sentido o una finalidad los fenómenos desarrollados por seres libres y conscientes.

-COMUNICACIÓN-

La comunicación es un proceso a través el cual se pone en común cierta información. Es decir, se transmite información y/o se recibe información.

En el proceso comunicativo se pueden distinguir los siguientes elementos: (1) La fuente o emisor: es el iniciador de la trasmisión. (2) El código: es el sistema de signos empleado para transmitir el mensaje. (3) El mensaje: es lo que se quiere trasmitir. (4) El medio o canal: es el soporte material del mensaje, cuando empleamos el lenguaje oral a cortas distancias el medio suelen ser las vibraciones del aire. (5) El decodificador: es el que interpreta los signos a partir de un código.  En el caso de una conversación directa en lenguaje natural el decodificador es el receptor; pero puede no ser así. Por ejemplo, en una conversación telefónica hay una superposición de decodificadores: el aparato receptor traduce los impulsos eléctricos en sonidos, y después el receptor traduce esos sonidos a su propio código. (6) El receptor: es el elemento al que se le envía la trasmisión; en el caso del lenguaje verbal, es el oyente o lector.

-COMUNISMO-

Por comunismo suelen entenderse dos cosas: (1) Un tipo de organización social en la que la propiedad es colectiva. Tal como sucedía en las tribus antiguas, donde la propiedad era comunal. En ese caso hablamos de comunismo primitivo. (2) Una ideología política que defiende la comunidad de bienes y la supresión de la propiedad privada. En la versión marxista la propiedad privada debería dejar paso a la propiedad colectiva de los medios de producción.

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A veces se emplean los términos comunismo o comunista para designar a la forma de organización social y política que existía en la antigua URSS y el resto de los países adscritos al Pacto de Varsovia, la China de Mao, la Cuba gobernada por Fidel Castro, etc. Esta forma de organización se caracterizaba porque la producción económica estaba dirigida y controlada por el Estado, y el poder político estaba en manos del único partido legal (al que se solía denominar partido comunista). Aunque, desde los presupuestos de las ideologías dominantes en estos países (marxismo-leninismo o marxismo-maoísmo), el comunismo sería una meta que no llegó a alcanzarse.

-CONATUS-

El término latino conatus puede traducirse por impulso, esfuerzo, tendencia, etc. Fue empleado por varios filósofos modernos, como Descartes, Hobbes, Spinoza, Leibniz, etc.

Spinoza emplea el término conatus para designar un impulso, esfuerzo o tendencia natural de todas las cosas a perseverar en su ser. Cuando este conato es producido por la mente o espíritu se le llama voluntad. Cuando es fruto de la mente o espíritu y el cuerpo se le llama apetito.

-CONCEPTO-

En general el concepto puede ser definido como la representación mental de algo universal. No se debe confundir el concepto con su expresión verbal o escrita. Así, los términos escritos «caballo», «horse», «cabalo», «cheval», «zaldi», designan, en distintos idiomas, un mismo concepto: la representación mental de un determinado mamífero que relincha, y sobre el que se puede cabalgar.

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No obstante, la explicación de cómo se forman los conceptos y el papel que juegan en la construcción de conocimiento varía de unos sistemas de pensamiento a otros. (Aunque, resumiendo, se puede decir que los autores antiguos tienden considerar que el concepto es una representación en el alma de universales existentes fuera del alma, mientras que el pensamiento moderno tiende a considerar que el concepto es una construcción de la mente que sirve para designar a una multitud de individuos).

Para Aristóteles los conceptos son el equivalente en el entendimiento de las formas sustanciales.

Para Tomás de Aquino el concepto (también llamado verbum mentis = palabra mental) se forma cuando el entendimiento agente «abstrae» la esencia a partir de la imagen sensible o fantasma, proyectándola luego sobre el entendimiento paciente, de modo que su capacidad para conocer esencias se actualiza. El concepto o verbum mentis es ese entendimiento paciente hecho acto.

Ockham sostiene que el concepto es una pasión o afección del alma. Es un signo natural que significa de modo natural (elaborado espontáneamente por el alma) aquello que significa. Esto es, no se puede cambiar su significado a voluntad. Así, el concepto //cinco// significa naturalmente una cierta cantidad (que coincide, por ejemplo, con el número de dedos de una mano sana). Los conceptos se diferencian de los términos escritos o hablados en que estos son convencionales o artificiales. Así, la palabra escrita «cinco», empleada para designar esa cantidad es artificial, convencional y puede ser cambiada. De hecho, se suelen emplear otros términos para designar la cantidad //cinco// tales como «five» o «cinque». E igualmente podría haberse empleado la palabra «cinco» para designar el concepto //dos//, por ejemplo. Ockham niega existencia extramental de cualquier tipo de realidad universal por lo que sostiene que los conceptos no son sino el modo por el que el alma designa una serie de cosas particulares tomadas una a una.

Para Descartes los conceptos o ideas innatas son aquellas ideas que el entendimiento elabora por sí mismo, sin la colaboración de los sentidos.

-CONCEPTO OBJETIVO-

El concepto objetivo es la parte de la cosa extramental expresada por el concepto formal.

-CONCEPTO FORMAL-

El concepto formal es el acto por el que el entendimiento concibe una cosa. Se contrapone a concepto objetivo.

-CONCEPTOS A PRIORI-

-CONCEPTOS PUROS DEL ENTENDIMIENTO-

Véase categorías.

-CONCEPTOS CONJUGADOS-

La noción de conceptos conjugados es empleada por Gustavo Bueno para referirse a aquellos pares de conceptos que mantienen una relación tal que: (1) Uno es inseparable del otro, en el sentido de que no puede existir el uno sin el otro. (2) Uno se define, se determina, frente al otro. (3) La extensión de uno está en relación con la del otro.

Un ejemplo de conceptos conjugados puede ser el de materia/forma: solo hay forma por relación a una materia; y solo puede concebirse algo material si tiene una determinación, esto es, una forma. Además, lo que se señala como materia y como forma puede variar: un átomo, o conjunto de átomos, puede constituir el contenido material de una molécula, cuya estructura molecular será la forma. Pero a su vez, un átomo puede ser entendido como una estructura, una forma, cuyo contenido material serían los electrones, protones, neutrones, etc.

Otros ejemplos de conceptos conjugados pueden ser los de alma/cuerpo, movimiento/reposo, conocimiento teórico/conocimiento práctico, etc.

-CONCEPTOS DE EXPERIENCIA-CONCEPTOS EMPÍRICOS-

Son aquellos que se desarrollan a partir de la experiencia. Son conceptos tales como los de «caballo», «fuego», «mesa», etc.

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Kant contrapone los conceptos de experiencia o empíricos a los conceptos puros del entendimiento o categorías.

-CONCEPTO FUNCIONAL-

«Concepto funcional» es aquel que corresponde a un valor variable. Así el concepto doble puede adquirir el valor de seis con respecto a tres, de ocho con respecto a cuatro o de medio pastel con respecto a un cuarto del mismo pastel. Se contraponen a conceptos sustanciales.

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La noción de concepto funcional como contrapuesta a concepto sustancial fue introducida por Ernst Cassirer.

-CONCEPTOS PUROS DE LA RAZÓN-

«Conceptos puros de la razón» o «Ideas de la razón» son expresiones empleadas por Inmanuel Kant para denominar a los conceptos de Dios, Mundo y Alma. Tales conceptos surgen, siempre según Kant, como consecuencia de que la razón intenta realizar síntesis cada vez más abarcantes. Una vez surgidos tienen una función en el ámbito de la ciencia, sirven para organizar toda la experiencia encuadrándola en un sistema completo. A esto llama Kant uso regulativo de las Ideas. Pero tienen, sobre todo, una función en el ámbito de la moral; pues, que existan un alma inmortal, Dios, y la libertad en el Mundo, son condiciones que hacen posible la moral.

-CONCEPTO SUSTANCIAL-

«Concepto sustancial» es aquel que tiene un valor fijo, son equivalentes a los conceptos unívocos, y se contraponen a los conceptos funcionales.

-CONCIENCIA EMPÍRICA-

«Conciencia empírica» o «conciencia natural» son nociones empleadas por Edmund Husserl para denominar a la conciencia particular, a la conciencia tal como hace su aparición en la vida cotidiana de los seres humanos, inmersa en los intereses inmediatos de los in­di­vi­duos. La contrapone a la conciencia trascendental.

-CONCIENCIA NATURAL-

Véase conciencia empírica.

-CON­CIEN­CIA TRASCENDENTAL-

«Conciencia trascendental» es una expre­sión empleada por Husserl para denominar a la conciencia una vez que ha llevada a cabo el proceso de «reducción» (fenome­nológica, eidética y trascendental). Tras este proceso la conciencia deja de ser una conciencia empírica, psicológica, particular, inmersa en los intereses inmediatos de la vida cotidiana, y se convierte en una conciencia pura. El punto de vista de una conciencia pura es el punto de vista de una concien­cia en general, absoluta, con lo que sus datos aparecen como datos incuestionables, objetivos, científicos.

-CONCRETO-

La noción de concreto se suele emplear en filosofía para denominar a lo individual, a lo que no es abstracto.

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 Para Hegel, lo concreto es lo Absoluto. O bien, dado que lo Absoluto se alcanza a través de un proceso, también llama concreto a todo momento que es superación de otro (en tanto es superación de otro) en su avance hacia lo Absoluto. Así, por ejemplo, el espíritu objetivo consta de tres momentos: derecho abstracto, moralidad, eticidad. Pues bien, el derecho y la moralidad son abstracciones, en tanto su función es ser superados para alcanzar la eticidad, que es la concreción de aquellos.

-CONDICIONAMIENTO-

En psicología se entienden por condicionamiento el proceso de asociación de un estímulo con una respuesta. Hay tres modos básicos de condicionamiento: condicionamiento clásico, condicionamiento operante y condicionamiento aversivo.

-CONDICIONAMIENTO AVERSIVO-

Condicionamiento aversivo es el nombre que se emplea para denominar a una variante del condicionamiento operante. Aquella en la que el individuo aprende a suprimir una respuesta por asociarla a un castigo. Por eso también se denomina a esta forma de condicionamiento aprendizaje por castigo.

-CONDICIONAMIENTO CLÁSICO-

El condicionamiento clásico es un modo de condicio­na­miento estudiado por el psicólogo ruso Paulov (por lo que también se le conoce como condiciona­miento pauloviano). Consiste en hacer que un sujeto (normalmente un animal, pero también podría ser un ser humano) asocie un estímulo neutro a un estímu­lo natural, de tal modo que dé ante el estímulo neutro la respuesta que, antes del condiciona­miento, daría ante el natural.

-CONDI­CIO­­­NA­MIEN­TO OPE­RAN­TE-

El condicionamiento operante es un modo de condicio­namiento estudiada por el psicólogo norte­americano B. Skinner (por lo que también se le conoce como condiciona­miento skinneriano), valién­dose de las llamadas, desde entonces, cajas de Skinner.

Consiste en que un sujeto (un animal o un ser humano) asocie un determinado comporta­miento suyo (una determinada forma de operar, de ahí lo de condicionamiento operante) a la obtención de un premio (comida, placer, etc.), o un castigo. De ese modo el individuo tiende a reproducir esa conducta (en el primer caso) o a suprimirla (en el segundo).

-CONDUCTISMO-

El conductismo es una corriente psicológica que pretende convertir la psicología en una ciencia experimen­tal estricta. Para ello los conductistas sostienen que la psicología debe limitarse al estudio de aquellos fenómenos que pueden ser observados y descritos objetivamente: la conducta del individuo. No admiten, por lo tanto, el método introspectivo como modo de acceso a un supuesto interior del individuo, dado que toda introspección es particular, y no sujeta a análisis experimental objetivo. Los conductistas pretenden, además, que toda conducta puede ser descrita como la respuesta dada ante un estímulo, y que tales respuestas son, al menos en el caso de los seres huma­nos, aprendidas en su mayor parte.

-CONECTIVAS-

Las conectivas, también llamadas juntores, son símbolos empleados por la lógica proposi­cional para conectar las propo­siciones simples, construyendo, así, proposicio­nes compues­tas. Las conecti­vas que usa la lógica proposi­cio­nal son las siguien­tes:

(1) Negador: se representa mediante el sím­bolo «¬», colocado delante de la pro­po­si­ción que que­remos negar. Y se lee no... Por ejem­plo, la pro­po­si­ción «No es cierto que los gatos son feli­nos» se representaría: ¬p, y se lee: «no p».

(2) Conjuntor: se representa mediante el sím­bolo «Ù», colocado entre las proposicio­nes que que­remos conjuntar. Y se lee «y». Por ejemplo, la pro­posición «Los gatos son fe­linos y las vacas son rumiantes», se re­pre­sen­ta­ría: pÙq, y se lee «p y q».

(3) Disyuntor inclusivo: se representa median­te el símbolo «Ú», co­lo­ca­do entre las pro­po­si­ciones que quere­mos disyuntar. Y se lee: «o». Por ejem­plo, la proposición «La puer­ta es ancha o verde», se representa: «pÚq». Y se lee «p o q».

(4) Disyuntor exclusivo: se representa me­diante el símbolo «Ú», colo­cado entre las pro­po­si­ciones que quere­mos disyuntar. Y se lee: «o...o». Por ejemplo, la proposición «La puerta o es an­cha o estrecha», se re­pre­sen­ta «pÚq». Y se lee «o p o q». En la prác­ti­ca se suele prescindir de este dis­yuntor.

(5) Implicador o condicional: se repre­senta mediante el símbolo «®» colo­cado entre dos pro­posiciones de tal modo que la primera es la causa o condición de la se­gun­da. Y se lee «Si... en­tonces...». Por ejemplo, la pro­posición «Si vas al cine [enton­ces] te quedarás sin dinero», se re­pre­sen­ta «p®q». Y se lee: «si p, entonces q».

(6) Coimplicador o bicondicional: se repre­senta mediante el sím­bolo ««» colocado en­tre dos proposiciones que mantengan una relación de coim­plicación. Y se lee: «si y solo si... en­ton­ces...». Por ejemplo, la pro­po­si­ción «Si, y solo si, vas al cine te quedas sin di­ne­ro», se represen­ta «p«q». Y se lee: «si y solo si p entonces q».

-CONGOJA-

La congoja es un estado emocional caracterizado por una pena intensa, angustia o la sensación física de agobio.

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En terminología de Unamuno la congoja es una experiencia vital fundamental, a partir de la cual el individuo siente el drama de la existencia, se «hace cargo» de la existencia. Esta experiencia vital surge de la incapacidad del hombre de decidir acerca de aquello que más le interesa: su propia muerte; pues, no puede alcanzar la certeza de la inmortalidad ni de la aniquilación definitiva.

-CONJETURA (EIKASIA)-

 Platón designa con el término eikasia traducido a veces por conjetura y otras por imaginación, al conocimiento indirecto de las cosas sensibles (a partir de las sombras, repre­sen­­taciones pictóricas o escultóricas, las imágenes reflejadas, etc.). Es la forma más baja -más pobre, menos plena- de conocimiento. (En el mito de la caverna aparece simbolizado por el conocimiento de las sombras que tienen los pri­sio­neros cuando están atados).

-CONOCIMIEN­TO-

En general por conocimiento pueden entenderse dos cosas: (1) Una facultad humana que nos permite acceder a la verdad (o que nos permite obtener creencias verdaderas). (2) La adquisición, representación o expresión de alguna verdad (o la posesión o expresión de alguna creencia verdadera). Conocimiento se contrapone a ignorancia y a opinión.

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Platón distingue cuatro grados de conocimiento, que, de más bajo a más elevado, son los siguiente: conjetura, creencia, dianoia (o conocimiento discursivo) y noesis (o conocimiento intuitivo). Los dos primeros niveles son formas de conocimiento sensible, que es mera opinión, los dos siguientes son formas del conocimiento intelectual, que trata de lo universal, por lo que ya es auténtico conocimiento.

Según Kant hay conocimiento cuando las impresiones provenientes de los sentidos son organizadas según un orden impuesto por espacio, tiempo y categorías. Si prescindimos de los datos de la experiencia podemos seguir pensando, pero ya no hay conocimiento.

-CONOCI­MIEN­TO INNATO-

Innato significa no nacido, lo que ya viene con nosotros al nacer.

Platón defiende la tesis de que los seres humanos poseemos conocimientos innatos, no aprendidos, aun cuando estos permanezcan ocultos, olvidados. Lo explica, recurriendo a un discurso de tipo mítico, así: el alma es eterna y de la misma naturaleza que las «ideas», por ello ha podido contemplarlas y conocer el auténtico ser de las cosas, la auténtica realidad. Pero el alma «cae» en el mundo sensible, teniendo que encarnarse en un cuerpo. Y, al hacerlo, «olvida» tales conocimientos. Por eso, conocer será, a partir de entonces, recordar (teoría de la reminiscencia).

-CONOCIMIENTO INTELECTUAL-

Para Platón el conocimiento intelectual es el conocimiento de lo universal. Hay dos tipos de conocimiento intelectual: la razón discursiva y la razón intuitiva o intuición.

-CO­NO­CI­MIENTO SENSIBLE-

Platón llama conocimiento sen­sible al conocimiento del mundo físico, sensible. Es el co­no­ci­mien­to de las entidades particulares que nacen y pe­re­cen y que, por ello, no poseen auténtico ser. Por esta razón es un co­­­no­cimiento pobre, es mera opinión (doxa). Platón dis­tin­gue dos tipos de conocimiento sensible: la conjetura y la creencia.

-CONSENSO-

El término consenso indica acuerdo entre individuos, alcanzado a través de un diálogo.

La noción de consenso tiene un papel importante en la filosofía política, la filosofía moral o ética y la gnoseología.

-CONSENSO RACIONAL-

La noción de consenso racional fue desarrollada por Jürgen Habermas para dar un fundamento a la verdad y a la moral.

En el terreno de la epistemología cuando la verdad es cuestionada esta solo podrá legitimarse de nuevo si se alcanza un acuerdo racional. Pero para que tal acuerdo sea racional ha de respetar las siguientes condiciones: (1) Las palabras que se usen en el debate y posterior acuerdo deben ser usadas sin pretensión de engañar. (2) Todos los que participan en el debate y ocasional acuerdo deben poder expresarse libremente. (3) Todos los que participan en el debate deben tener un poder semejante de modo que ninguno esté sometido o dependa de otro.

En el terreno de la ética cuando la validez de una norma moral sea cuestionada solo podrá recuperar la legitimidad si hay un acuerdo racional entre todos los individuos implicados. Pero para que tal acuerdo sea racional ha de respetar las siguientes condiciones: (1) Que todos los implicados puedan defender igualmente sus posiciones o intereses. (2) Que los implicados en el acuerdo tengan un poder similar, esto es, que ninguno esté sometido a otro o dependa de otro. (3) Que todos los afectados por la norma puedan aceptar libremente las consecuencias y efectos que se derivarían de su cumplimiento general para la satisfacción de los intereses de cada uno.

-CONSTITUCIÓN-

Una constitución es un documento en el que se recogen el conjunto de normas que regulan el funcionamiento de un Estado. Una constitución es algo así como el conjunto de las reglas de juego de un Estado. Por eso se dice también que una constitución es una ley de leyes. Cualquier otra ley que se apruebe tiene que adecuarse a la constitución vigente en un país. Incluso si se quiere cambiar una constitución debe hacerse de acuerdo a las reglas fijadas por dicha constitución.

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La primera constitución moderna fue la de los Estados Unidos de América, aprobada en 1787 y vigente desde entonces. Pero se puede considerar que ya las polis griegas antiguas dispusieron de auténticas constituciones.

-CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA-

La actual Constitución española fue aprobada en referéndum, por el conjunto de los españoles, en 1978.

Consta de un Preámbulo (donde se fijan los objetivos y fines que se pretenden conseguir con la propia Constitución), un conjunto de 169 artículos (organizados en Títulos y Capítulos), y una serie de Disposiciones.

Así, el Artículo 1, establece lo siguiente: (a) España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la igualdad y el pluralismo político. (b) La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. (c) La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

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Otras constituciones que ha tenido España a lo largo de su historia son:

(1) La Constitución de Cádiz, de 1818 (que estuvo vigente desde 1812 hasta 1814, desde 1820 hasta 1823 y desde 1836 hasta 1837).

(2) La Constitución del 1837 (que estuvo vigente desde 1837 hasta 1845).

(3) La Constitución de 1845 (que estuvo vigente desde 1845 hasta 1868).

(4) La Constitución de 1869 (que estuvo vigente desde 1869 hasta 1873).

(5) La Constitución de 1876 (que estuvo vigente desde 1876 hasta 1923).

(6) La Constitución de 1931 (que estuvo vigente desde 1931 hasta 1939).

-CONTEMPLACIÓN DESINTERESADA-

La noción de «contemplación desinteresada» fue puesta en circula­ción por Kant, en su intento de aclarar qué es una experiencia estética. A partir de entonces se entiende que la contem­plación desinteresada es un compo­nente básico de toda experiencia estética.

Pero desinterés no significa, en este caso, indiferencia, pues un objeto que nos es indiferente no nos suscita sentimiento estético alguno. Con «desinteresa­da» se quiere decir que en la contemplación estética del objeto prescindimos de su utilidad y del deseo de que tal cosa exista en el mundo. Eso diferencia la actitud estética de la técnica (que reduce a los objetos a instrumentos para un uso) y de la moral (que nos impulsaría a actuar con vistas a conseguir la existencia de sus objetos -fines úl­timos-).

-CONTEXTO DE DESCUBRIMIENTO-

Véase «modo de descubrimiento».

-CONTEXTO DE JUSTIFICACIÓN-

Véase «modo de justificación».

-CONTEXTOS DETERMINANTES-

Los términos «contextos determinantes» o «armaduras» fueron empleados por Gustavo Bueno para denominar a ciertos elementos construidos en un campo científico que permiten entretejer operaciones diversas, obteniendo identidades sintéticas, a las que también podemos denominar verdades o teoremas.

Los contextos determinantes funcionan como una especie de elementos intermedios entre lo que constituye el campo homogéneo (sin roturar, por decirlo así) de una ciencia y las verdades o teoremas (que son los productos, por seguir con la metáfora agrícola) que se obtienen en ese campo. Los conceptos determinantes son necesarios porque los campos científicos, gnoseológicos, son, en principio, demasiado indeterminados para poder desarrollar sobre ellos operaciones con resultados. Así, por ejemplo, un plano en la geometría euclidiana estaría constituido por puntos y líneas, a partir de los cuales sería difícil realizar cualquier tipo de operación. Solo a partir del desarrollo de ciertas figuras sobre ese plano -tales como triángulos, cuadrados, círculos, etc.-, podemos operar construyendo teoremas. Así, el círculo fue empleado en el mundo antiguo para realizar ciertos rituales religiosos, o para medir determinadas tierras, funcionando como un contexto determinado. Pero en el momento en que, en sus Elementos, Euclides describe cómo construir un triángulo equilátero valiéndose de un círculo, un compás y una escuadra, y, posteriormente, empleando otra serie de líneas auxiliares, demuestra el teorema que lleva su nombre, el círculo se ha convertido en un contexto determinante (un contexto que permite realizar operaciones que tienen como resultado la obtención de identidades sintéticas o teoremas).

Los contextos determinantes pueden estar constituidos por ciertos aparatos (un gnomon, una brújula, un telescopio, un juego de dados, un interferómetro, un acelerador de partículas, una sonda espacial), o por estructuras abstractas (un círculo, un triángulo, el principio de inercia, un plano inclinado, un campo gravitatorio).

La diferencia entre un contexto determinado y un contexto determinante es que el primero es común a los campos tecnológicos y científicos, y, por ello, inapropiado para establecer relaciones necesarias. Mientras que el contexto determinante está compuesto por términos y relaciones internos a un campo científico concreto, dentro del cual posibilitan el establecimiento de relaciones verdaderas entre los términos.

-CONTINGENTE-CONTINGENCIA-

Contingente es aquello que no es necesario, y que, por lo tanto, puede suceder o no suceder, darse o no darse, existir o no existir.

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Para el pensamiento creacionista (judío, cristiano, islámico) el mundo es contingente, existe por la decisión libre de Dios de crearlo.

-CONTRACTUALISMO-

El contractualismo, o teoría del contrato social es una teoría política que sostiene que la sociedad tiene su origen en un pacto o acuerdo social (implícito o explícito). Es decir, debemos pensar el orden social como si fuese fruto de un acuerdo. A este acuerdo se le denomina contrato social.

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El contractualismo aparece en la filosofía jurídica y política de muchos autores pertenecientes a la escolástica española (tales como Francisco de Vitoria, Martín Azpilcueta, Juan de Mariana, Francisco Suárez, etc.). Pero fue desarrollado y popularizado por Hobbes, Locke y Rousseau, los grandes teóricos políticos del mundo moderno.

-CONTRADICCIÓN-

Una contradicción es una incompatibilidad entre dos hechos o proposiciones. En la lógica aristotélica este término tiene una definición precisa. Véase «cuadro de oposición de los juicios».

-CONTRARIO-

El término contrario se emplea comúnmente para referirse a aquellas cosas o ideas que se oponen. En la lógica aristotélica este término tiene una definición precisa. Véase «cuadro de oposición de los juicios».

-CONTRADISTINTO-

El término contradistinto se usa (lo usa frecuentemente la escolástica, por ejemplo) para referirse a aquellas cosas que son distintas pero con un fondo común. Es, dentro de ese fondo, donde se contraponen una a otra. Así, con un ejemplo citado por Gustavo Bueno en El fundamentalismo democrático, podemos decir que el gallego y el portugués o el gallego y el castellano antiguo son contradistintos.

-CONTRAFÁCTICO-

Un juicio contrafáctico o contrafactual es la representación de un hecho que no sucedió pero podría haber sucedido. Por ejemplo: «Si el Virreinato de Nueva España no se hubiese fragmentado, México sería una potencia mundial». Los contrafácticos constituyen mundos posibles, pero no realizados.

-CON­TRA­FUER­ZAS-

En terminolo­gía freudiana, «contrafuerzas» o «fuerzas represoras» son todo tipo de fuerzas (nor­mal­men­te ori­gi­na­­das fuera del indi­viduo, pero que pueden interio­ri­zar­se bajo la forma de mo­ral, miedos, ta­búes, etc.), que tienden a im­pedir la des­carga de energía.

-CONTRATO SOCIAL-

Véase contractualismo.

-CONTROVERSIA DE VALLADOLID-

Se conoce como «controversia de Valladolid», o «Junta de Valladolid», al debate celebrado en Valladolid en 1550 y 1551, a instancias del emperador Carlos V, en el que se trató de la legitimidad de la conquista de América y del dominio sobre los «indios».

En el debate, celebrado en el Colegio de San Gregorio, participaron algunos de los más relevantes teólogos españoles del momento, entre los que cabe destacar a Juan Ginés de Sepúlveda, Domingo de Soto, Melchor Cano, Bartolomé de las Casas y Bartolomé de Carranza, muy influidos todos ellos por la obra de Francisco de Victoria que había fallecido unos años antes.

En las sesiones de este debate brillaron, en especial, Juan Ginés de Sepúlveda (que, partiendo de que los indios se encuentran en situación histórica de barbarie, defiende la legitimidad de la conquista para llevarlos al nivel de civilización de los cristianos) y Bartolomé de Las Casas (que preconiza la evangelización de los indios por vía pacífica y descalifica todo uso de la violencia -incluso para acabar con prácticas «erróneas» como el canibalismo-).

Una de las peculiaridades de este debate, que lo convierten en un hecho histórico singular, es que fue convocado por el poder imperial para decidir sobre la legitimidad de algunas de sus propias actuaciones. La primera vez en la historia que un poder político, en la cumbre de su poder, decide someterse voluntariamente a cuestionamiento moral.

Hoy dicha controversia está considerada un hito en el avance de los derechos humanos.

-CONVENCIONAL-

Convencional es lo que es fruto del acuerdo, la costumbre o la imposición. Se contrapone a lo natural, que es necesario.

-CONVENCIONALISMO MORAL-

Se llama convencionalismo moral a doctrina que sostiene que las normas morales son fruto del acuerdo o la costumbre (o, la imposición, que también es una forma de acuerdo).

-CORTE EPISTEMOLÓGICO-

El concepto de corte epistemológico, o ruptura epistemológica, fue establecido por el filósofo francés Gastón Bachelard para referirse al proceso por el que se instaura una ciencia, o modelo de ciencia, rompiendo con el saber, o modelo de saber, instituido hasta entonces. Esto implica  que el conocimiento científico es discontinuo, no procede por mera acumulación.

-COSMOLOGÍA-

La cosmología es la disciplina que estudia el cosmos, tomado en su conjunto.

El término fue empleado por vez primera por el filósofo racionalista alemán Christian Wolf, para quien la cosmología constituía una de las tres ramas de la metafísica especial.

-COSMOVISIÓN-

Una cosmovisión es una visión de conjunto, el plan global que posee un individuo o una colectividad.

Un sistema filosófico puede ser entendido como una cosmovisión, en el sentido de que pretende dar una visión global de la totalidad de las experiencias humanas, o descubrir la visión global en la que estamos instalados.

Pero también desde la ciencia básica, desde la física, se puede construir una cierta cosmovisión, en el sentido de que pretende dar una explicación global de la constitución del universo físico.

-CREACIONISMO-

El creacionismo es la doctrina que explica el origen de las especies (y de la naturaleza entera) como producto de las decisiones de un ser inteligente, identificado habitualmente con el Dios de las religiones teológicas.

-CREATIVIDAD-

En un sentido amplio la creatividad es la capacidad para generar nuevos productos o ideas, o para encontrar relaciones allí donde aún no se habían descubierto.

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En el mundo antiguo la creatividad se reduce a imitación (de la naturaleza) o se atribuye a la inspiración de los dioses.

En el mundo moderno se atribuye un papel central en la creatividad a la imaginación y el genio. Así, Inmanuel Kant sostiene que el genio es el instrumento a través del cual la naturaleza da la regla al arte.

Ya en el siglo XX Henri Poincaré explica la creatividad como un proceso que pasa por cuatro fases: preparación, incubación, iluminación y verificación.

-CREENCIA O FE (PISTIS)-

El término pistis, traducido habitual­men­te por creencia o fe, fue empleado por Platón para designar al conocimiento directo de las cosas sensibles. (En el mito de la caverna aparece como el segundo grado de conocimiento, aquel que, una vez liberado el esclavo de las cadenas, se obtiene con la contemplación directa de las cosas en el interior de la propia caverna).

-CRITERIO DE DEMARCACIÓN-

El criterio de demarcación es el criterio que permite diferenciar entre lo que es un enunciado científico y lo que no lo es.

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Para los neopositi­vistas una pro­po­si­ción podrá ser considerada científi­ca si es verificable; esto significa que se pue­dan indi­car qué circunstan­cias empíricas nos permitirían descubrir si es ver­da­dera o no.

Para Karl Popper, y en general para los falsacionistas, una proposición será científica si es falsable.

-CRÍTICA-

El término crítica fue popularizado por Kant. Emplea este término como sinónimo de análisis. Kant somete a la razón a un análisis con el objetivo de conocer sus capacidades y límites. Es a este análisis a lo que denomina crítica. De ahí que sus obras fundamentales se titulen Crítica de la razón pura, Crítica de la razón práctica y Crítica del juicio.

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Gustavo Bueno retoma el concepto de crítica procedente de Benito J. Feijoo, entendido como proceso de clasificación, que implica la discriminación, la distinción y la comparación. La filosofía tendría como objetivo, según Bueno, realizar una crítica de las diversas realidades y configuraciones de la realidad enfrentadas entre sí que constituyen el presente, optando por aquellas que presentan más evidencias racionales.

-CRÍTICISMO-

El término criticismo procede de crítica. Se suele emplear este término para denominar al sistema filosófico kantiano, pues Kant presenta su modo de hacer filosofía como una crítica (es decir, un análisis) de las capacidades de la razón y de sus límites. El «criticismo» aparece, en Kant, como una superación del «racionalismo» y el «empirismo» pero que integra las aportaciones de ambas corrientes filosóficas.

-CRÍTICO-

Un individuo crítico, un saber crítico, o una actitud crítica, son aquellos que someten todo a análisis, a discusión. La crítica es consustancial a la filosofía, pues uno de sus rasgos característicos es el de no aceptar nada por prin­cipio, sino someter todo a análisis, a discusión. Crítico se contrapone a dogmático.

-CRO­MO­SO­MAS-

Los cromosomas son moléculas que se encuentran en el interior del núcleo celular, y son las encargadas de llevar la infor­ma­ción para formar el ser vivo y para que la cé­lula fun­cio­ne.

Todos los seres vivos de una mis­ma especie tie­nen el mismo número de cromo­so­mas. (Por ejem­plo, las cé­lu­las humanas tienen 46, las del chim­pancé 48, las de la cebolla 16, las del ratón 40, etc.). Todas las células de un ser vivo, ex­cep­to las células germi­nales (por ejemplo: los óvulos y los esper­ma­tozoi­des) tienen el mismo número de cro­mo­so­mas, que en la mayoría de los casos es un número di­ploide. (Esto quiere decir que los cromoso­mas for­man pa­re­jas de homólo­gos. Así, por ejem­plo, en el hombre hay 23 parejas de cro­moso­mas). En cada pareja, un cromosoma pro­ce­de del padre y otro de la madre. Las células ger­mi­nales (destina­das a fusionarse con otra del sexo opues­to para originar un nuevo ser vivo) tienen solo la mitad de cromoso­mas que las células nor­ma­les, pero siem­pre un miembro de cada par. Es lo que se llama número haploide. (Que en el caso humano es de 23 cromoso­mas). Los cromosomas están formados por ADN y proteínas.

-CUADRO DE OPOSICIÓN DE LOS JUICIOS-

El cuadro de oposición de los juicios es un esquema desarrollado por Aristóteles en el que aparecen reflejadas las relaciones lógicas posibles entre los distintos tipos de juicios. Los juicios, expresados mediante proposiciones, pueden clasificarse, según la cantidad, en universales y singulares, y según la cualidad, en afirmativos y negativos. Tenemos, así, cuatro tipos de juicios posibles (en la Edad Media estos distintos tipos de juicios fueron denominados con las letras A-I, las dos primeras vocales de affirmo, y E-O, las vocales de nego):

A = Universales afirmativos: «Todos los mamíferos son vertebra­dos».

I = Particulares afirmativos: «Algunos mamíferos son ungulados».

E = Universales negativos: «Ningún mamífero es unicelular».

O = Particulares negativos: «Algunos mamíferos no son terrestres».

Y los cuatro tipos de oposiciones posibles:

(1) Son contrarios lo juicios que, siendo universales, difieren en cualidad. Como ejemplo: «Todos los hombres son bondadosos» frente a «Ningún hombre es bondadoso». La oposición viene caracterizada porque no pueden ser ambos verdaderos, pero pueden ser ambos falsos (tal sucedería en el ejemplo propuesto, si, de hecho, algunos hombres, y solo algunos, fuesen bondadosos y algunos otros no lo fuesen).

(2) Son subcontrarios los juicios que, siendo particulares, difieren en cualidad. Como ejemplo: «Algunos hombres son bondadosos», frente a «Algunos hombres no son bondadosos». La oposición viene caracterizada porque pueden ser ambos verdaderos, pero no pueden ser ambos falsos.

(3) Son contradictorios aquellos juicios que difieren en cantidad y cualidad. Pueden darse dos posibilidades: (a) Contradicción A-O. Como ejemplo: «Todos los hombres son bondadosos», frente a «Algunos hombres no son bondadosos». (b) Contradicción E-I. Como ejemplo: «Ningún hombre es bondadoso», frente a «Algunos hombres son bondadosos». La oposición viene caracterizada porque no pueden ser ambos verdaderos, ni ambos falsos (si uno es verdadero el otro es falso, y viceversa).

(4) Son subalternos aquellos juicios que difieren en cantidad, pero no en cualidad. Pueden darse dos posibilidades: (a) Subalternación A-I. Como ejemplo: «Todos los hombre son bondadosos», frente a «Algunos hombres son bondadosos» (b) Subalternación E-O. Como ejemplo: «Ningún hombre es bondadoso», frente a «Algunos hombres no son bondadosos». En este caso la oposición viene caracterizada de la siguiente manera: si el universal (A-E) es verdadero entonces necesariamente el particular (I-O) será verdadero. De que el particular (I-O) sea verdadero no se puede deducir el valor de verdad del universal (A-E), por lo que este será indeterminado. Si el particular (I-O) es falso, entonces necesariamente el universal (A-E) será falso. De que el universal (A-E) sea falso no se puede deducir el valor de verdad del particular (I-O), por lo que este será indeterminado.

-CUALIDADES PRIMARIAS-

La noción de cualidades primarias fue empleada por Descartes para denominar a las cualidades objetivas de las cosas. Tales cualidades primarias serían el tamaño, la figura y el movimiento. La noción de cualidades primarias se contrapone, en este caso, a cualidades secundarias.

-CUALIDADES SECUNDARIAS-

La noción de cualidades secundarias fue empleada por Descartes para denominar a aquellas cualidades que no tienen realidad objetiva, sino que dependen del modo cómo es afectado el sujeto. Serían cualidades tales como el color, el olor, el sonido, el gusto, etc. La noción de cualidades secundarias se contrapone, en este caso, a cualidades primarias.

-CUAN­TO-

Como categoría física, un cuanto es la cantidad mínima de energía que se puede trasmitir.

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El concepto de cuanto es introducido por Max Planck en la física, quien descubrió que la energía no se transmite de forma continua, sino en forma de cantidades discretas, Fue a esas cantidades discretas a las que denominó «cuantos». El cuanto vendría a ser la unidad mínima de energía que puede emitir o absorber un cuerpo. (Y responde a la fórmula E = h.v. Donde E significa energía, v es la frecuencia de vibración, y h, cuyo valor es 6.61x10-27erg./s., es la cons­tante de Planck). El des­cubrimiento del cuanto iniciará un proceso que culminará en el desarrollo de un nuevo paradigma físico: la mecánica cuántica.

-CUARTO PODER-

Así se designaba a la prensa debido a la enorme capacidad de influencia que adquirió a inicios del siglo XX.

-CUERPO-CORPORAL-

El concepto de cuerpo aparece normalmente como contrapuesto a alma, o a espíritu.

El dualismo cuerpo-alma entra en la filosofía con los pitagóricos, de donde pasará a Platón, Aristóteles y al cristianismo. En el mundo moderno lo corpóreo aparece asociado a la extensión y al determinismo mecanicista; mientras que el alma sería de naturaleza inextensa y con capacidad de elegir.

Los epicúreos emplearon el término soma, traducido usualmente por «cuerpo», para designar al alma, y sarx, para designar al cuerpo inerte (el cuerpo propiamente dicho). Tanto el soma (alma, cuerpo animado) como el sarx (cuerpo inerte) estarían constituidos por átomos, pero los constituyentes del primero serían más finos, redondos y lisos, que los del segundo, y su estimulación sería la causante de las sensaciones (en especial las sensaciones de placer y dolor).

-CULTURA-

La palabra cultura procede del verbo latino colere, que significa «cultivar» (la tierra). Cicerón la empleó con sentido metafórico para referirse al cultivo del espíritu.

Actualmente el término cultura se emplea con, al menos, cuatro sentidos:

(1) En sentido antropológico amplio. En este sentido, y ampliando la definición dada por el antropólogo británico Edward B. Tylor, podemos definir la cultura como: «toda realidad com­pleja -incluyendo instrumentos, costumbres e ideas- de­sarrollada por ani­males, que no está direc­tamente determinada por pre­dis­posiciones naturales –esto es, gené­ticas, instintivas-, que cumple una fun­ción en la vida de estos, y que es trasmitida mediante aprendizaje en el seno de una sociedad».

(2) Para designar el conjunto de rasgos que definen la identidad de un grupo. En este sentido se habla de cultura española, francesa, bretona, manchega, europea, etc.

(3) Para indicar la formación de un individuo mediante la que este adquiere un conjunto de habilidades y capacidades. Este tipo de cultura se adquiere en nuestros días fundamentalmente a través de los sistemas reglados de enseñanza (colegios, institutos, facultades, etc.).

(4) Para designar cierto tipo de actividades de ocio de prestigio (entendiendo por ocio de prestigio aquel del que disfrutan personas culturalmente formadas, cultas en el tercer sentido señalado). En este sentido se suelen considerar actividades culturales la asistencia a conciertos (sobre todo si se trata de ópera, música clásica, jazz), representaciones teatrales, la visita a galerías de arte, museos, etc.; así como la creación y desarrollo de tales actividades.

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