domingo, 9 de diciembre de 2018

V

-VACÍO-

-ESTADO DE VACÍO-

 

-VACÍO CUÁNTICO-

 

-VALIDEZ/NO VALIDEZ-

«Validez» y «no validez» son términos em­pleados sobre todo en la lógica formal. Validez es sinónimo de verdad lógica o verdad formal. Una proposición es válida cuando se deduce correctamen­te de unas premisas dadas, al margen de si es verdadera desde un punto de vista empírico. Por ejemplo, en el razonamiento:

(1) Si la Tierra está en el centro del cosmos existen un arriba y un abajo absolutos.

(2) La Tierra está en el centro del cosmos.

-Luego, existen un arriba y un abajo absolu­tos.

En este caso la conclusión «existen un arriba y un abajo absolutos» será válida, pues se deduce correctamente de las premisas, aunque sea empíricamente falsa.

-VALOR-

El término valor puede adquirir varios sentidos en castellano. Cuando se emplea bajo la forma exclusivamente singular el valor es una cierta virtud o el precio de algo. Cuando admite el plural (valor, valores) adquiere otro sentido. [Véase «valores»].

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A partir de la economía política inglesa (desarrollada por Adam Smith y David Ricardo) es frecuente sostener que el trabajo es la fuente de creación de valor, y de diferenciar entre valor de uso y valor de cambio en una mercancía.    

-VALORAR-

Valorar es el acto por el que se atribuye a algo un valor.

-VALOR DE CAMBIO-

A partir de la economía política inglesa (desarrollada por Adam Smith y David Ricardo) es frecuente sostener que el trabajo es la fuente de creación de valor, y de diferenciar entre valor de uso y valor de cambio en una mercancía.

El valor de cambio es el valor común a diverso tipo de mercancías y que permite cam­biar unas por otras. (De modo que, por ejemplo, podemos cambiar 20 kg de harina por 3 metros de tela).

Este valor es puramente cuantitativo, lo que per­mite, para facilitar los intercambios, medirlo en dinero.

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¿Cómo se mide el valor de cambio que permite este intercambio? Según el análisis llevado a cabo por Marx el valor de cambio es el valor so­cial de un producto medido en horas/hombre necesarias para producirlo. La medida no se hace por lo que de hecho tarda en hacerlo un trabajador, sino por lo necesario para producirlo dada la situación de desarrollo so­cial en ese momento (lo que se conoce como trabajo general abstracto). Es decir, si un panadero con medios ar­te­sanales tarda una hora en hacer un pan de ½ kilo, pero otro panadero con los medios ade­cuados tarda diez minutos, el valor social del pan es este último.

-VALOR DE USO-

El valor de uso es el que tiene toda mercancía, todo producto humano, en virtud de sus «cualidades» específicas que permiten satisfacer determina­das necesidades.

Así, por ejemplo, el valor que tiene la harina en tanto sirve para hacer pan o piensos, la tela en tanto sirve para hacer ropa con la que abrigarnos o adornarnos, etc. Marx contrapone el valor de uso al valor de cambio.

-VALORES-

Los valores son ciertas cualidades abstractas, que poseen (o que se reconocen a, o establecen en), las personas, cosas, acciones o estados, y que las hacen preferibles a aquellas carentes de esas cualidades. Los valores constituyen, por lo tanto, formas de jerarquización de la realidad, y criterios de elección.

Ejemplos de valores son la «belleza», la «bondad», la «utilidad», la «justicia», la «paz», la «solidaridad», la «valentía», la «amistad», la «fidelidad», etc.

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Existen muchos tipos de valores: estéticos, religiosos, vitales, morales, etc.

Los valores tienen, por lo general, un componente objetivo, un componente subjetivo y un componente intersubjetivo.

El componente objetivo es aquello que se valora cuando se establece un valor. Por ejemplo, si digo que un cuadro es bello, el componente objetivo estará constituido por las figuras, los colores, la relaciones entre las imágenes, etc., que observamos en el cuadro.

El componente subjetivo es la apreciación que hace el individuo que emite la valoración.

El componente intersubjetivo es el hecho de que todo individuo se encuentra influido por la época en la que vive, por su educación, por la familia, por la clase social a la que pertenece, etc.

-VALORES MORALES-

Los valores morales se distinguen de otros tipos de valores (estéticos, vitales, religiosos, etc.) por dos rasgos: (1) Deben su fuerza a que el individuo los asume «en conciencia», esto es, los hace suyos. (2) Funcionan como instancia última de obligación para el individuo que los asume. Esto es, el individuo siente que dichos valores deben prevalecer sobre cualesquiera otros impulsos o intereses. O, dicho de otro modo, que son valiosos en sí.

-VALORES DE VERDAD-

El valor de verdad es la capacidad que tienen las pro­po­siciones de ser verdade­ras o falsas. En la ló­gi­ca propo­sicional empleada corrientemen­te, la lógica bivalente, con­si­de­ramos dos valores de verdad posibles: valor de verdad ver­dadero y valor de ver­dad fal­so.

-VANGUARDIA-

Movimiento artístico o cultural que anticipa, o crea, nuevas sensibilidades en esos campos. El vanguardismo es propio de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando hay un toma de conciencia entre algunos grupos (especialmente artísticos, literarios y políticos) de que los cambios tecnológicos y políticos están generando un mundo nuevo que el arte trata de expresar.

-VELO DE IGNORANCIA-

En la terminología de John Rawls, el velo de ignorancia simbolizaría el desconocimiento de las circunstancias personales que sufren los individuos en el estado que denomina posición original.

-VERDAD-

El concepto de verdad se usa en la vida cotidiana para referirse a aquellos enunciados que son la expresión de lo que es. Verdadero se opone a falso que es el aquel enunciado que pretende hacer pasar lo que es por lo que no es o lo que no es por lo que es.

Pero el concepto de verdad tiene otras muchas implicaciones que lo convierten en uno de los conceptos filosóficos más difíciles de determinar. A lo largo de la historia de la filosofía verdad se uso con el significado de desvelamiento, manifestación, en oposición a lo oculto; con el significado de realidad, en oposición a apariencia; de adecuación o concordancia entre el pensamiento y la realidad, en oposición a falsedad; con el significado de evidencia o certeza, en oposición a duda; de claridad, en oposición a confusión.

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El concepto de verdad (alétheia) es empleado en el pensamiento mítico-poético antiguo para significar desvelamiento. Así, en el oráculo de Delfos, el dios habla a través de la medium «desvelando» lo que nos depara el destino, que permanecería, en caso contrario, oculto.

La filosofía presocrática entiende la verdad también en este sentido. El sabio es aquel al que el fondo, el principio, del que todo procede, se le hace manifiesto, se le desvela. Por eso Parménides llama «vía de la verdad» a la vía que conduce al conocimiento del ser.

Platón entiende la verdad como rectitud de la mirada, como aquella forma de «mirar» que dirige al entendimiento hacia lo que es, apartándolo de lo que parece ser. Lo que es son las «ideas» o «formas», es decir, aquello que determina a algo a ser algo. (Algo es justo porque viene determinado por la idea de justicia).

El pensamiento medieval concibe la verdad como adecuación o concordancia entre lo pensado y la realidad. De ese modo, un juicio es verdadero si concuerda con la cosa que nombre. Y falso, si no hay esa concordancia.

Pero también aparece en el pensamiento medieval, y se consolida con Descartes, la idea de que la verdad reside en la certeza o evidencia, y que esta, a su vez, en la claridad y distinción de una idea. Verdad se contrapone en este caso a duda, confusión. Que A es igual a A es una verdad porque todo lo expresado en esta proposición es evidente.

-VERDAD EMPÍRICA-

Existe verdad empírica o factual cuando hay concordancia de una proposición o teoría con los datos de la experiencia.

-VERBUM MENTIS-

Véase «concepto».

-VERDADES DE HECHO-

Expresión empleada por Leibniz para designar a las verdades obtenidas a partir de la experiencia.

-VERDADES DE RAZÓN-

Leibniz denomina así a aquel tipo de juicios que son construidos en la mente, por el procedimiento de sacar el predicado del juicio, del análisis del sujeto de dicho juicio. Por ejemplo, a partir de la noción de «triángulo» puedo sacar, mediante un análisis llevado a cabo en el entendimiento, que la suma de sus ángulos es igual a dos rectos, que su área es igual a la mitad del producto de la base por la altura, etc.

-VÍA ASCENDENTE-

Heráclito explica como todo en el cosmos se transforma en fuego y el fuego en todas las cosas a través de un doble proceso que llama vía ascendente y vía descendente. La vía ascendente es la siguiente: del mar y de la tierra surgen evaporaciones de agua, estas evaporaciones se hacen cada vez más cálidas hasta convertirse en fuego, el cual va a parar al cuenco del Sol.

-VÍA DESCENDENTE-

La vía descendente de Heráclito es el proceso inverso de la vía ascendente: del Sol, que es un cuenco de fuego puro, surgen nubes de tormenta, que se transforman en lluvia, que va a parar al mar y a la tierra.

-VÍA DE LA OPINIÓN-

Expresión empleada por Parménides de Elea para designar al proceso que conduce al conocimiento del mundo múltiple y cambiante, que es el mundo en el que estamos instalados todos los mortales, el mundo que «habitamos» cotidianamente. Tal mundo carece de auténtico ser, de auténtica solidez, pues las cosas están en un permanente ser y dejar de ser.

-VÍA DE LA VERDAD-

Expresión empleada por Parménides de Elea, para designar al proceso que nos lleva a descubrir el arkhé -esto es, el origen o fundamento- de todas las cosas. Este proceso consiste en que aquello que está oculto, velado, se nos desvele (esto es lo que significa el término griego alétheia = verdad). Lo oculto, lo que está velado tras el mundo múltiple y cambiante que «habitamos» cotidianamente, es el ser. La vía de la verdad conduce, pues, al conocimiento del ser.

-VIRTUD-VIRTÚ-

El término virtud se emplea para referirse a un hábito o costumbre positiva.

También, más en concreto, para referirse a un hábito o costumbre que nos hace mejores personas: más bondadosos, o más plenos. («Era una mujer muy virtuosa», «Era un ser humano lleno de virtudes»).

O para referirse a una capacidad que nos hace mejores en algo. («Joaquín Achucarro era un virtuoso del piano»).

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En el mundo griego la virtud (areté) es entendida, en general, como excelencia, como una especial capacidad, habilidad, destreza, que hace a alguien mejor en algún aspecto o como ser humano.

En el mundo griego antiguo, gobernado por una casta de aristócratas terratenientes, la virtud es entendida como una serie de cualidades, entre las que destacan el valor, el dominio de la oratoria, la belleza, etc., que son innatas a la nobleza (a los aristos = los mejores).

Con el triunfo de la demokratía (lo que solemos traducir por democracia) en buena parte de las polis que constituyen la civilización griega, se entiende que la virtud es algo que puede ser adquirido por cualquier ciudadano mediante el adiestramiento adecuado. Es entonces cuando aparecen en escena los sofistas, que se autocalifican como «maestros de virtud».

Platón entiende la virtud fundamentalmente como justicia. En la justicia se reúnen las principales virtudes. (Las que, posteriormente, serán llamadas las cuatro virtudes cardinales.) La justicia es tanto una virtud del alma, individual, como del Estado. En tanto virtud del alma la justicia se da cuando cada parte del alma cumple con su virtud específica.

Con Aristóteles la virtud vuelve a ser entendida como excelencia. Pero ahora esta excelencia pasa a ser entendida como una capacidad, destreza, para alcanzar la felicidad. Pero la felicidad consiste en la autorrealización. Esto es, en que el hombre se realice como lo que es, en que desarrolle su propia esencia, su propia naturaleza, con plenitud. Por eso Aristóteles entenderá que la virtud reside, para los hombres, en el hábito (la disposición permanente, la costumbre) de someter su vida a la realización de su propia esencia. Pero la esencia humana consiste en ser un animal racional. Por lo que la virtud consistirá en la costumbre de ejercitar la razón (virtudes intelectuales), o de guiar los deseos, pasiones y apetencias por la razón (virtudes morales). Este desarrollo pleno de aquello que hace al hombre hombre está al alcance del ciudadano, esto es, de los varones libres. Pero no de los esclavos (incapaces de gobernarse racionalmente), ni de las mujeres que poseen un uso incompleto de la razón.

Maquiavelo entiende la virtud (= virtú) de un modo similar al concepto de virtud (= areté) propio del mundo griego antiguo. La virtud es energía e impulso controlado, esto es impulso acompañado de habilidad y destreza para obrar. La virtud se contrapone tanto a la falta de fuerza anímica, de voluntad para obrar, como al mero furor, que es impulso incontrolado, bestial.

-VIRTUDES CARDINALES-

Tomás de Aquino denomina así a un grupo de virtudes morales que tienen un papel principal, dado que están en el origen de las demás virtudes morales. Y son: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.

-VIRTUDES ÉTICAS (O MORALES)-

La expresión «virtudes éticas» la empleó Aristóteles para referirse a las virtudes que surgen cuando adquirimos el hábito de guiar nuestra conducta por la prudencia. Estas virtudes pasan a formar parte del carácter del individuo. Así, un individuo puede adquirir como virtudes el valor, la generosidad, la modestia, etc.

Guiar nuestra conducta por la prudencia significa sopesar lo que hemos de hacer cuando nos embargan ciertas emociones o pasiones y actuar en consecuencia. De ese modo evitamos que las pasiones o emociones nos arrastren, nos dominen, y mantenemos el control de nuestros actos.

Toda pasión suele arrastrarnos a un extremo, y toda pasión suele tener una contra-pasión que nos lleva al otro extremo. Por eso dice Aristóteles que la virtud está en el término medio. Es decir, cuando dominamos nuestras pasiones sometiéndolas a la razón, no dejamos que nos arrastren hacia un lado u otro.

Así, podemos afrontar una situación de peligro sin parar en las consecuencias, convirtiéndonos en temerarios. O podemos dejarnos dominar por el miedo, convirtiéndonos en unos cobardes. Pero si la sopesamos prudentemente y actuamos en consecuencia, dominaremos nuestro miedo, evitando comportamientos temerarios, lo que da origen a una virtud: el valor.

EXTREMO

LA PASIÓN DOMINA

(VICIO)

TÉRMINO MEDIO

DOMINA LA RAZÓN

(VIRTUD)

EXTREMO

LA PASIÓN DOMINA

(VICIO)

TEMERIDAD

DESVERGÜENZA

DESENFRENO

FANFARRONERÍA

VALOR

MODESTIA

TEMPLANZA

SINCERIDAD

COBARDÍA

TIMIDEZ

INSENSIBILIDAD

PUSILANIMIDAD

-VIRTUDES INTELECTUALES (O DIANOÉTICAS)-

La expresión «virtudes intelectuales» la empleó Aristóteles para referirse a las virtudes que surgen cuando adquirimos el hábito de guiar nuestra conducta por la razón.

Como Aristóteles sostiene que hay cinco usos distintos de la razón habrá cinco virtudes intelectuales. Estas son: el arte o técnica (tékhne), la prudencia (phrónesis), el entendimiento o inteligencia (nous), la ciencia (episteme) y la sabiduría (sophía).

-VIRTUDES MORALES-

Son aquellas que surgen del hábito de guiar las pasiones, deseos, apetencias (es decir, todo aquello que nace de la parte animal de los hombres, de su alma sensitiva), por un tipo de razón, por la prudencia. Guiar las pasiones y deseos por la razón significa satisfacer estos deseos y pasiones (dado que forman parte de nuestra naturaleza) pero sin dejar que nos arrastren (lo que reduciría nuestro comportamiento a un comportamiento meramente animal). Este control racional de las pasiones y deseos nos lleva a mantenernos en el camino de en medio, frente a cualquier tipo de excesos.

-VIRTUDES TEOLOGALES-

En el ámbito teológico cristiano se denomina así a las virtudes que le vendrían dadas a los seres humanos por la gracia divina, y son: la fe, la esperanza y la caridad.

-VITALISMO-

El vitalismo es la doctrina que considera que la vida no puede ser explicada solamente a partir de las complejidades de la materia, y que por lo tanto es necesario postular la existencia de algún impulso vital para explicar su origen.

-VOLUNTAD-

El concepto de voluntad fue empleado tradicionalmente en la filosofía y la psicología para designar a una facultad humana que le permite al individuo decidir conscientemente realizar o no realizar algo.

No obstante, el concepto de facultad es confuso y poco empleado actualmente. Por lo que una definición de voluntad más acorde con el estado de conocimientos actual vendría dada por los siguientes rasgos: (1) Es un conjunto de estados mentales, desarrollados por ciertas redes neuronales, asociados a la conciencia de sí. (2) Tienen un carácter intencional. (3) Están constituidos por elementos cognitivos y afectivos. (4) Surgen del control social de los impulsos del individuo a través de normas y valores, que son interiorizados por el sujeto que puede así ejercer un control de sí mismo.

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El término voluntad es empleado por Schopenhauer para designar a la realidad tal como es en sí misma: un impulso ciego que lleva a todo a querer existir, a querer vivir, que se manifies­ta, en los seres humanos, en forma de deseos, ambiciones, etc. La voluntad se objetiva en forma de Ideas. Así, la voluntad de vivir arrastra a los jilgueros individuales a construir un nido y pro­crear para dar origen a nuevos jilgueros. «Jilguero» es, pues, una de las ideas en que cristaliza la voluntad.

-VOLUNTAD DE PODER-

Voluntad de poder es un concepto acuñado por Nietzsche para expresar la esencia de la vida, teniendo en cuenta que vida es para Nietzsche sinónimo de naturaleza, de physis. La voluntad de poder es el impulso a afirmarse y expandirse, a dominar, a crecer, a enriquecerse (esto es, a volverse complejo, a crear nuevas formas) que mueve a todo lo existente. Nietzsche suele contraponer la voluntad de poder a la supuesta voluntad de vivir, que según Schopenhauer, impulsaría a todo lo existente. También la contrapone a la voluntad de verdad que, según otros pensadores, caracterizaría a los seres humanos.

Vamos a tratar de explicar el concepto de voluntad de poder con un ejemplo tomado de la física y que nos puede dar una idea aproximada de qué estamos hablando. (El ejemplo no es de Nietzsche, ni podría serlo, y solo trata de aclarar el concepto a partir de una analogía, pero no hay que tomarlo literalmente). Sabemos que la entropía del universo tiende a incrementarse, es decir, que el universo tiende al desorden. Y sin embargo eso es perfectamente compatible con que en determinadas zonas del universo se produzca un aumento de orden. Por ejemplo, la creación de la vida supone un aumento de la complejidad con respecto a la materia orgánica. El ser vivo para subsistir como ser vivo, y la especie para crecer y expandirse, necesita apropiarse de materiales del entorno (comida, oxígeno, etc.). Pues bien, Nietzsche llamaría (repetimos que es una analogía) voluntad de poder a ese impulso contrario a la entropía, que lleva a lo vivo a apropiarse del entorno, a crecer y a expandirse.

-VOLUNTAD GENERAL-

La expresión voluntad general fue empleada por Rousseau para designar a la voluntad que surge de la unión de todos los ciudadanos estableciendo leyes que han de ser aplicadas por igual a todos. De ese modo se instaura el bien común.

No debe ser confundida la voluntad general con la «vo­lun­tad de la mayoría», porque la mayoría podría decidir aplicar leyes que afectasen a unos sí y a otros no. En ese mo­mento ya no sería una voluntad general sino la voluntad particular (por muy mayoritaria que fuese) de un grupo defen­diendo sus intereses frente a otro (con lo cual este otro también estaría legitimado para desobedecer en cuento pudiese hacerlo). Tampoco debe confundirse la voluntad general con la «unanimidad», pues si fuese necesario esperar a que todos los ciudadanos estuviesen de acuerdo en las mismas leyes para empezar a legislar tal cosa sería imposible.

-VOLUNTAD PARTICULAR-

Según la terminología empleada por Rousseau, es la voluntad que mueve al individuo guiado por intereses particulares diferentes, o incluso contrarios, a la voluntad general. En tanto tales intereses sean contrarios a la voluntad general, el individuo en cuestión debe ser obligado a renunciar a ellos, de lo contrario el pacto social se verá roto, y el propio individuo volverá a una situación de dependencia personal, con lo que perdería su libertad civil.

-VOLUNTAD DE TODOS-

Según la terminología empleada por Rousseau, es la suma de las voluntades de los individuos movidos cada uno por su interés. No es lo mismo que la voluntad general; pues en el caso de la voluntad general los individuos al legislar tienen que hacerlo bajo el supuesto de que las leyes que aprueben han de ser aplicadas por igual a todos.

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